Otro día
Espero que la tormenta pase, mirando la calle, creyendo verte en uno y todos los cuerpos que se protegen del frío. Cuando deje de llover tomaré el abrigo negro que cuelga como la piel desollada de un fantasma. Saldré de casa con la intención de no volver. Haré una promesa a la primera persona que me encuentre afuera, le diré que nunca más repetiré tu nombre. LA persona a la que le haga esta promesa me mirará como se mira a los ciegos que intentan cruzar la calle, su mueca querrá reflejar compasión y entonces sabré que has dejado de amarme.