Sueños
Últimamente sueño mucho. Con últimamente me refiero a "desde que me enfermé de la maldita gripa que no me puedo curar y me da fiebre una noche sí y otra también".
Entonces: estamos mi madre, mi hermano, un montón de gente a la que conozco pero me da mucha hueva enlistar, y que además no tendría caso hacerlo, y yo... de regreso a casa, tras un día de campo, vamos subiendo por una vereda en un bosque, está oscureciendo, todo está en matices de marrón y verde, una luz maravillosa (creo que la paleta de colores la saqué de El Nadador, con Burt Lancaster, que acaban de pasar en el canal de la UNAM), total que, a medio camino, encina de una lomita que bordea la vereda, aparece un orangután gigantesco, dormidísimo, al principio todos nos quedamos aterrados, luego, al darnos cuenta de que está dormido, comenzamos a tomarnos fotos, a subirnos en él -cuando digo gigantesco, es realmente gigantesco, uno de sus dedos es más grande que yo- el pobre animal solo quiere que lo dejen dormir., bosteza y todo mundo se aterra de nuevo, pero apenas se vuelve a dormir, ahí vamos la bola de sátrapas desconsiderados a molestar a pobre changote... al final todo mundo se aburre y nos vamos, tan tranquilos. Despierto, el gato duerme sobre mi brazo izquierdo.
Mis sueños, aparte de insensatos, son aburridos.
Entonces: estamos mi madre, mi hermano, un montón de gente a la que conozco pero me da mucha hueva enlistar, y que además no tendría caso hacerlo, y yo... de regreso a casa, tras un día de campo, vamos subiendo por una vereda en un bosque, está oscureciendo, todo está en matices de marrón y verde, una luz maravillosa (creo que la paleta de colores la saqué de El Nadador, con Burt Lancaster, que acaban de pasar en el canal de la UNAM), total que, a medio camino, encina de una lomita que bordea la vereda, aparece un orangután gigantesco, dormidísimo, al principio todos nos quedamos aterrados, luego, al darnos cuenta de que está dormido, comenzamos a tomarnos fotos, a subirnos en él -cuando digo gigantesco, es realmente gigantesco, uno de sus dedos es más grande que yo- el pobre animal solo quiere que lo dejen dormir., bosteza y todo mundo se aterra de nuevo, pero apenas se vuelve a dormir, ahí vamos la bola de sátrapas desconsiderados a molestar a pobre changote... al final todo mundo se aburre y nos vamos, tan tranquilos. Despierto, el gato duerme sobre mi brazo izquierdo.
Mis sueños, aparte de insensatos, son aburridos.