Apología del Pozolero
La nueva reencarnación del mal en México lleva el sobrenombre de El Pozolero... Veo un video de un analista de radio en donde se pregunta, ¿qué es lo que tiene en la cabeza este hombre? Y el razonamiento que expone en el video va más o menos por el mismo rumbo que el de la mayoría de los periodistas que han hablado del personaje en cuestión...
¿Soy la única que piensa que la furia colectiva contra Don Pozoles tiene que ver con arraigadas y no muy bien escondidas ideas judeocristianas sobre lo sacro del cuerpo humano, y la creencia en la inmortalidad del alma?
A ver, si entiendo bien, lo único que este señor hizo fue disponer de cadáveres, ¿no? Si bien eso es ilegal, es ilegal por razones, digamos, administrativas; ¿o me van a decir que los enterradores de Gayosso hacen algo distinto? ¿O qué es lo que le pasa al cuerpo cuando lo meten a un incinerador? ¿Por qué a nadie se le hace inmoral, pervertido, asqueroso, brutal, desalmado y un larguísimo etcétera?
En los ríos de tinta (ando con ganas de cliché) que se han producido sobre El Pozolero, lo han comparado con asesinos seriales, con gangsters de lo peor, y uno de los argumentos que se han repetido hasta el cansancio es que ¿cómo es posible que lo hiciera por tan poco dinero?... ¿POCO DINERO? Al señor le daban 600 dólares semanales, al tipo de cambio que nos están encajando estos días, Santiago Meza ganaba algo así como 34 mil pesos mensuales, 20 veces más que el salario mínimo en zona A en este país... y por hacer algo que es ilegal sólo si se hace de forma no registrada, es decir, disponer de restos humanos... ¿Qué no se acuerdan de los babosos que ofrecían en Tepito hace algunos meses "trabajitos" por siete mil pesos? ¿a poco creen que se echaban a cinco mensuales? Y eso sí es terrible...
Además, concediendo que se trate de poco dinero, habría que ver por dónde van los valores de quienes se horrorizan ante la idea de que alguien acepte deshacerse de cadáveres de asesinados por "poco" dinero; siguiendo ese razonamiento, ¿no estaría tan mal hacerlo por, digamos, un millón de pesos? ¿Diez millones? ¿Cuánto sería suficiente para acallar su indignación moral? ¿Cuánto vale su "respeto" por los restos de otros seres humanos?
El señor no mató a nadie, el señor no vendía drogas, no le rompía las piernas a nadie para que pagara protección a alguna banda del crimen organizado... el señor Meza no le hacía daño físico a nadie, porque, según la ley LAICA de este país, una vez que alguien se muere, deja de ser una persona, y pasa a ser un cadáver... Las razones por las que existen reglamentos sobre la disposición de restos humanos son de orden sanitario y administrativo.
Ahora bien, no estoy diciendo que le deberían dar una palmadita en la espalda y mandarlo a su casa, porque, efectivamente, violó un montón de leyes, entre ellas ayudar a grupos criminales organizados y disponer de restos humanos; además, según tengo entendido, si uno ayuda a alguien a deshacerse de un asesinado, eso lo convierte en cómplice del asesinato, o sea que, sí, el señor Meza tiene que responder por todos los delitos que cometió. Debe ser terrible que a las familias se les haya negado la posibilidad del duelo, y que hayan tenido que pasar quién sabe cuántos meses angustiados sin saber qué sucedió con sus seres queridos.
Peeeeeeeeeero... parece que a los medios de comunicación se les olvida que en este caso, el verdadero desalmado, criminal, inmoral, asesino a sangre fría y retahíla de etcéteras, es quien mató a esos 300... no el cuate que se deshizo de ellos. Algo que ha desatado al inquisidorcito que llevan dentro los medios de comunicación es la aparente frialdad de Santiago Meza, que cuando le han puesto un micrófono enfrente, parece más bien sorprendido ante el horror con el que se ha descrito su carrera delictiva.
Y hablando de frialdad, estaría bueno que quienes ser rasgan las vestiduras (ya dije que ando con gana de cliché) por la forma en que Santiago Meza disponía de los cuerpos se preguntaran qué es lo que hacen en Gayosso (o cualquier otra funeraria, pues) con los cuerpos, cuáles son los procesos de embalsamamiento e incineración... Y hasta donde yo sé, esos señores no lo hacen por caridad, cobran, y mucho... ¿Y a poco creen que estos procesan los cadáveres con amor y lágrimas de por medio?
Yo también me declaro sorprendida. Lo están linchando, repito, por un prurito moralino...
Además, Química I, ¡por favor! La sosa es exactamente lo opuesto a un ácido. Les juro que la próxima vez que lea "los disolvía en un ácido a base de sosa cáustica" voy a vomitar...
Para los pochos: Apología no necesariamente significa disculpa o alabanza, sino en este caso, "aclaración formal de un problema, creencia u opinión".
¿Soy la única que piensa que la furia colectiva contra Don Pozoles tiene que ver con arraigadas y no muy bien escondidas ideas judeocristianas sobre lo sacro del cuerpo humano, y la creencia en la inmortalidad del alma?
A ver, si entiendo bien, lo único que este señor hizo fue disponer de cadáveres, ¿no? Si bien eso es ilegal, es ilegal por razones, digamos, administrativas; ¿o me van a decir que los enterradores de Gayosso hacen algo distinto? ¿O qué es lo que le pasa al cuerpo cuando lo meten a un incinerador? ¿Por qué a nadie se le hace inmoral, pervertido, asqueroso, brutal, desalmado y un larguísimo etcétera?
En los ríos de tinta (ando con ganas de cliché) que se han producido sobre El Pozolero, lo han comparado con asesinos seriales, con gangsters de lo peor, y uno de los argumentos que se han repetido hasta el cansancio es que ¿cómo es posible que lo hiciera por tan poco dinero?... ¿POCO DINERO? Al señor le daban 600 dólares semanales, al tipo de cambio que nos están encajando estos días, Santiago Meza ganaba algo así como 34 mil pesos mensuales, 20 veces más que el salario mínimo en zona A en este país... y por hacer algo que es ilegal sólo si se hace de forma no registrada, es decir, disponer de restos humanos... ¿Qué no se acuerdan de los babosos que ofrecían en Tepito hace algunos meses "trabajitos" por siete mil pesos? ¿a poco creen que se echaban a cinco mensuales? Y eso sí es terrible...
Además, concediendo que se trate de poco dinero, habría que ver por dónde van los valores de quienes se horrorizan ante la idea de que alguien acepte deshacerse de cadáveres de asesinados por "poco" dinero; siguiendo ese razonamiento, ¿no estaría tan mal hacerlo por, digamos, un millón de pesos? ¿Diez millones? ¿Cuánto sería suficiente para acallar su indignación moral? ¿Cuánto vale su "respeto" por los restos de otros seres humanos?
El señor no mató a nadie, el señor no vendía drogas, no le rompía las piernas a nadie para que pagara protección a alguna banda del crimen organizado... el señor Meza no le hacía daño físico a nadie, porque, según la ley LAICA de este país, una vez que alguien se muere, deja de ser una persona, y pasa a ser un cadáver... Las razones por las que existen reglamentos sobre la disposición de restos humanos son de orden sanitario y administrativo.
Ahora bien, no estoy diciendo que le deberían dar una palmadita en la espalda y mandarlo a su casa, porque, efectivamente, violó un montón de leyes, entre ellas ayudar a grupos criminales organizados y disponer de restos humanos; además, según tengo entendido, si uno ayuda a alguien a deshacerse de un asesinado, eso lo convierte en cómplice del asesinato, o sea que, sí, el señor Meza tiene que responder por todos los delitos que cometió. Debe ser terrible que a las familias se les haya negado la posibilidad del duelo, y que hayan tenido que pasar quién sabe cuántos meses angustiados sin saber qué sucedió con sus seres queridos.
Peeeeeeeeeero... parece que a los medios de comunicación se les olvida que en este caso, el verdadero desalmado, criminal, inmoral, asesino a sangre fría y retahíla de etcéteras, es quien mató a esos 300... no el cuate que se deshizo de ellos. Algo que ha desatado al inquisidorcito que llevan dentro los medios de comunicación es la aparente frialdad de Santiago Meza, que cuando le han puesto un micrófono enfrente, parece más bien sorprendido ante el horror con el que se ha descrito su carrera delictiva.
Y hablando de frialdad, estaría bueno que quienes ser rasgan las vestiduras (ya dije que ando con gana de cliché) por la forma en que Santiago Meza disponía de los cuerpos se preguntaran qué es lo que hacen en Gayosso (o cualquier otra funeraria, pues) con los cuerpos, cuáles son los procesos de embalsamamiento e incineración... Y hasta donde yo sé, esos señores no lo hacen por caridad, cobran, y mucho... ¿Y a poco creen que estos procesan los cadáveres con amor y lágrimas de por medio?
Yo también me declaro sorprendida. Lo están linchando, repito, por un prurito moralino...
Además, Química I, ¡por favor! La sosa es exactamente lo opuesto a un ácido. Les juro que la próxima vez que lea "los disolvía en un ácido a base de sosa cáustica" voy a vomitar...
Para los pochos: Apología no necesariamente significa disculpa o alabanza, sino en este caso, "aclaración formal de un problema, creencia u opinión".