6:57 A.M.
Óleo: A. Hatzacorsian
Un auto acaba de estrellarse contra la parte trasera de un autobús escolar. Las ambulancias no hacen ruido. Alguien bosteza. El semáforo cambia y hasta entonces piensas en cambiar la estación de radio. Piensas en el auto que acabas de ver, tal vez el conductor pensó lo mismo. Sigues escuchando un beat que te taladra los oídos, no puedes creer que esa música sea tu preferida los jueves en la noche. Afortunadamente los semáforos nunca se ponen de acuerdo, y te vuelve a tocar el alto. La voz amodorrada del comentarista se pierde en los huecos de tu cerebro, se acurruca detrás de tus orejas y te arrulla. El sol no sale, carajo, y tú no ves nada. El café de la máquina de la tienda debió haber estado ahí toda la noche. Pero el sabor carbonizado te golpea la parte trasera del paladar y te despierta. Ayer no terminaste tu informe, y llegarás tarde a la junta de las nueve. Otra luz roja te detiene, pero no es un semáforo, sino el lugar donde trabaja ella, a donde vas todos los jueves por la noche, en donde estás vivo una vez por semana. Y ahí está, su cintura rodeada por un brazo desconocido, su risa-carcajada que en el frío de la mañana suena tan discordante. La miras buscar en su bolso, tambaleante, un cigarrillo, y no hay nadie que se acerque a encenderlo. Sabes que eso la pone triste, una vez te lo dijo, "lo más triste del mundo es no tener a nadie que te encienda un cigarrillo, sobre todo en la madrugada, y llegar a casa cuando todo el mundo sale, y estar sola en una casa soleada". pero quizá no es cierto, quizá sólo te lo dijo para que le invitaras otra copa, y la llevaras a un hotel caro. Quizá sea eso lo que le dice al oído al hombre de traje café que la abraza, porque lo miras besarle los cabellos, en un gesto repugnante y alcoholizado, antes de acercarle el encendedor. Su auto llega y él le abre la puerta, rodea el auto gris y crees adivinar una mirada hacia donde estás. Pero quizá estás alucinando, quizá ni siquiera era ella, quizá ella esté ya en casa, como te dijo que haría, pensando en tí.
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