Sunday, April 06, 2008

Sabado, supermercado

Uno va por el pasillo y se pregunta si hay alguna forma de evadir al vecino, quien ehora elige la mejor marca de acondicionador, y de paso echa un ojo a las toallas femeninas que la esposa le encargo, y no pasara mucho tiempo antes que levante la vista, diga hola vecino, y le pregunte si va a ir a la reunion de mañana, en la que habra que decidir sobre el color del edificio, y las lamparas de los pasillos, y el ruido que hace el perro de la portera, y el vecino que grita a su esposa; la reunion tambien tratara el importantisimo tema de la limpieza del parque de la esquina, y si se permite a los niños del edificio, (aunque dichos niños en realidad no son de ninguno de los vecinos, sino de la misma portera) que jueguen en los pasillos, porque hacen mucho ruido, y usted vecino ¿que opina?
La cuestión de la portera es complicada, todos lo saben. Se trata de una mujer sola, con tres hijos, dos perros y un gato, que bebe mucho y casi nunca atiende la puerta. En ocasiones la han encontrado en las escaleras, dormmida, abrazada a uno de los gatos.
Una noche, esta misma semana, los perros despertaron a todo el edificio. Los niños comenzaron a llorar, y la vecina del ocho subio a ver qué pasaba. Doña ... había volcado una mesa, y ahora lloraba, borracha y muerta de miedo, escondiéndose debajo de su cama, mientras el caos alrededor de ella la rebasaba.
La portera, dios, la portera. La reunión de mañana, vecino, tratará el asunto de qué hacer con ella, qué hacer con sus perros, con sus hijos.
El vecino se aleja por el pasillo,va hacia la sección de lácteos, comprará leche y crema, quizá un poco de yoghurt, volverá a encontrarse con uno en la caja, antes de comprar exclamará, qué se le va a hacer, pobre mujer, pero uno no tiene la culpa, antes de pagar y alejarse.

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